El equipo de AMLO acusa que las compañías que producen electricidad y la proveen a la CFE le cuestan mucho a la eléctrica nacional. La industria asegura que los números muestran lo opuesto.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador asegura que la electricidad que las compañías privadas producen y proveen a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le cuesta mucho a la eléctrica nacional, y que esto le ha generado inconvenientes financieros. Sin embargo los productores no dan crédito a esta interpretación de la administración y del presente directivo general de CFE, Manuel Bartlett, y creen, a la inversa, que ofrecen los costos más bajos que los que tiene la propia CFE.
Los privados producen cerca del cincuenta por ciento de la electricidad que consumen los mexicanos, una de las cuestiones que ha criticado el presente gobierno. Mas esta energía nace de contratos que ofrecen los mejores costos por megawatt por hora (MWh) para la CFE: se hallan entre diecisiete y sesenta dólares estadounidenses por MWh de generación, al paso que las plantas de la CFE pueden llegar a los ochenta, cien o bien hasta doscientos dólares americanos por MWh, apunta Casiopea Ramírez, especialista de la asesora Fresh Energy. “Al final vemos entonces que hay una brecha importante de los casi 120 dólares por MWh que pagan algunos industriales en la tarifa de CFE, en comparación con los 60 o 50 dólares de los privados”, especifica la especialista.
Estos ciento veinte dólares americanos por MWh ya incluyen otros costos como la transmisión, distribución, comercialización y otros conceptos, sin embargo cerca del setenta por ciento es solo la tarifa de generación. En promedio, esta tarifa se sitúa en los ochenta dólares estadounidenses por MWh, y las plantas más viejas de la CFE son las que elevan esta cantidad, explica Ignacio Sánchez, fundador de Fresh Energy.
La CFE debe depender de ciertas plantas con tecnologías caras, como las termoeléctricas que marchan con fuelóleo o bien diésel, y que cuestan entre ochenta, cien dólares estadounidenses o bien hasta doscientos dólares americanos por MWh. El gas natural aporta el setenta y dos por ciento de la generación eléctrica que consume algún comburente, mas su costo final solo representó el sesenta por ciento del total. En cambio, el fuelóleo, un derivado del petróleo, aportó el ciento dieciocho por ciento de la generación de la CFE, mas supuso el veinticinco punto uno por ciento de su costo final.
En frente de esto, proyectos como los de EDF Renewables tienen un costo próximo a los cuarenta dólares estadounidenses por MWh. Y las plantas de ciclo combinado asimismo ofrecen tarifas atractivas, entre los cincuenta y sesenta dólares estadounidenses.
Renovable, y poco a poco más accesible
Los nuevos contratos que se han concedido en los años precedentes en las subastas de largo plazo, a fin de que las compañías pudiesen entrar a la actividad de generación de electricidad, estuvieron bajo los treinta dólares estadounidenses por MWh, aun llegando a diecinueve dólares americanos por MWh. La mayor parte de estos proyectos emplean energías renovables, que han vivido un ‘boom’ en el país.
“La generación renovable en México es la más barata del mundo, y eso costó mucho trabajo, porque en cada una de estas subastas, basado en la competitividad, todos se tuvieron que poner las pilas”, asegura Gerardo Pérez.
Ahora, el gobierno enfocará sus sacrificios en la rehabilitación de plantas ‘viejas’ de la CFE, como las termoeléctricas, que estaban en la rampa de jubilación bajo los planes de la precedente administración, y que son más costosas y contaminantes.
El campo eléctrico, por su lado, ha dicho estar a la espera de ver cuáles son los planes de la nueva administración para reemplazar la cancelación de las subastas de largo plazo y conseguir producir la nueva electricidad que requerirá el país.