La Comisión Federal de Electricidad (CFE), igual que Pemex, se ha transformado a lo largo del sexenio que finaliza, enfocada tras la reforma energética en una compleja separación interna de sus diferentes labores como generador, transportador y distribuidor de electricidad.
No obstante, en contraste a Pemex, la eléctrica nacional puede alardear que consiguió dar resultados financieros positivos, si bien esto ha sido posible merced al apoyo del dinero estatal.
Gracias al gobierno
La reforma energética de dos mil trece y dos mil catorce incluyó un apartado para dejar que el gobierno absorbiese una parte de las obligaciones de pensiones y jubilación tanto de CFE como de Pemex. La eléctrica nacional recibió un aporte de ciento sesenta y un mil millones de pesos (mdp) merced a este cambio.
Sin embargo las finanzas de la compañía ya venían mejorando pese a este apoyo, dado a que la misma crisis petrolera que golpeó de manera fuerte a la petrolera nacional —con costes más bajos por barril de crudo— favoreció los costos de generación de la Comisión.
El repunte de las finanzas de la CFE no puede comprenderse asimismo sin el subsidio a las tarifas eléctricas familiares, un dinero que trasfiere directamente el gobierno para compensar los gastos de la Comisión que, en vez de cobrar la luz a los hogares en su auténtico costo, da un subsidio para eludir que la tarifa de las casas aumente cada mes.
“La transferencia de efectivo por 65,900 millones de pesos del gobierno de México fue equivalente a 14.1% de los ingresos totales de CFE, y es importante mencionar que esperamos que estas transferencias continúen en el mediano plazo” , declaró la calificadora Moody’s en una nota de abril del presente año.
La Comisión va a recibir cerca de cincuenta mil millones de pesos por este término en dos mil dieciocho.
La eléctrica nacional comenzó el sexenio con números rojos, al final de dos mil trece. Aparte de la creciente masa de recursos que debía destinar a las pensiones — una carga que se calmó, mas que prosigue en incremento hasta la fecha—, debía lidiar con costos de generación eléctrica altos por un mayor empleo del fuelóleo, y con mayores pérdidas de electricidad por fallas en sus sistemas y por los hurtos.
La compañía consiguió frenar una parte de estos puntos negativos, avanzando poco a poco cara el empleo del gas natural, menos costoso que el fuelóleo, y reduciendo sus pérdidas de electricidad, para conseguir resultados positivos desde dos mil dieciseis.
“Tres de los 14 gasoductos con una capacidad contratada total de 15,247 millones de pies cúbicos diarios están en operación, y el resto continuarán su expansión durante el siguiente año. Fitch estima que el transporte, distribución y venta de gas natural podrían ser medios para incrementar los ingresos y reducir el costo de generación de CFE”, mencionó la calificadora Fitch en una nota de junio del presente año.
Todavía falta ver si el aumento en los costos de los combustibles —el petróleo y gas natural van a la alza— no pasan factura a la CFE para el cierre del actual año. La compañía amontonaba treinta y siete mil ochocientos millones de pérdida neta al tercer trimestre de dos mil dieciocho.
Por otra parte, en el periodo la CFE comenzó un violento proceso para acrecentar su generación eléctrica mediante energías limpias, de manera especial de la solar y de la eólica.
La reforma energética en el campo eléctrico abrió el camino a fin de que la CFE pudiese contratar nueva generación por medio de las subastas de largo plazo. Este instrumento deja que firmas privadas puedan competir para edificar centrales con tecnologías como la solar, eólica, hidroeléctrica o bien de cogeneración y cumplir con las metas de la Ley de Transición Energética, donde México se comprometió para acrecentar la participación de estas tecnologías en el futuro próximo.
La mayoría de estos proyectos todavía se hallan en la etapa de desarrollo, mas las perspectivas dejan visualizar que la generación limpia del país pase de cerca del veinte por ciento en dos mil trece al treinta y cinco por ciento al dos mil veinticuatro.